¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos realmente a vivir este tipo de amor? Nuestra querida Ave Fénix nos ha inspirado a realizar esta entrada, y es que realmente cada día vemos, que escondidos detrás de las circunstancias, hacemos caso omiso a esta palabra:
- Si tenemos un jefe o jefa en el trabajo que nos complica la vida, más que orar y ver qué podemos aprender de esa circunstancia, comenzamos a desear que le caiga un rayo (jajaja).
- Si los hermanos rompen comunión con nosotros por sus razones equis, las de nosotros otras... Válidas todas desde la perspectiva y la realidad de cada quién, nos preguntamos: Para que me amen y haya comunión ¿debo siempre complacer a los demás, así eso vaya en contra de mí mismo y de lo que creo que debe ser? Yo creía que el amor estaba por encima de todo eso. Y comenzamos a juzgar, a mal poner a los demás, el chisme, el ataque, a ignorar... Que doloroso cuando incluimos a los demás miembros de la familia que, hasta inocentes son, de "ese mollejero". ¿Por qué? Sencillamente tengo derecho a reaccionar como yo quiero, y los demás a calársela, me imagino, hasta que se me pase... ¿Y cuánto y a cuántos he matado y he muerto mientras "se me pasa"?
- Si hay liquidez monetaria se nos olvidan los que no tienen y cuando no tenemos, nos quejamos por no tener.
- Nos la pasamos entonces como el protagonista de Mente brillante, viendo claves y mensajes donde NO los hay, y todos, absolutamente todos son contra mí... Y luego que se nos pasa el "aturdimiento" Dios aprovecha y nos muestra cuan suuuper leeejos de aquella promesa de vivir como Jesús vivió, de amar como Jesús amo, etc.
¿Por qué vivir en incoherencia con la Palabra que nos ha sido dada y que encierra el contenido de nuestra salvación? Por qué empeñarnos en vivir mal, en hacer el mal, en hacer daño en vez de vivir esa "vida en abundancia" que Jesús ganó para nosotros y regarla por todos lados para que otros la vivan también. ¿Por qué no ser siempre cristianos, con todos y cada uno y no solo con quien me conviene?
Definitivamente, hermanos, si Dios no va delante de nosotros, si no lo dejamos tomar las riendas de nuestra vida, y seguimos haciendo las cosas a nuestra manera, porque total, Dios está en función mía, y no yo en función de él y de su obra de salvación... De nada vale. Todo es vanidad de vanidades, es arar en el mar, es soberbia... Entonces no necesitamos de ningún Dios porque ya nos tenemos como Dioses a nosotros mismos.
Que esta reflexión nos ayude con humildad a reconocernos siervos inútiles sin su gracia, sin su poder. Que nos lleve a realizar una revisión completa, una confesión honesta y a continuar adelante poniendo manos en la obra que nos ha sido encomendada, y tomando la palabra en todo su contexto y no sólo las partes que me convienen o más me gustan.
Oren ustedes por nosotros, para seguir siendo Más que Vencedores en Cristo, y nosotros, como ya es sabido lo seguiremos haciendo por ustedes: por todos aquellos que nos visitan y por todos aquellos que nos han dicho: Epa este es mi enlace, agrégenme, ya que eso significa que tienen el interés de formar parte de nuestros bloggers amigos y lo hacemos con mucho gusto. Los que ya no están en nuestra lista es porque así nos lo han pedido o porque simplemente cambiaron sus direcciones y nunca nos avisaron directamente sobre una nueva, eso se tradujo para nosotros en: no queremos más nada con ustedes y eso se respeta. Nosotros igual siempre les tenemos en nuestras oraciones y corazón.
Estos espacios son herramientas para evangelizar, compartir la vida y las experiencias, no los usemos para escandalizar ni para mal poner a los hermanos, usémoslos para AMAR y enseñar a AMAR. Un abrazo para tod@s los que viven en comunión con Cristo a través de esta Koinonía en Línea.