
Leyendo esta Palabra, tomada de la carta a los Filipenses (Fil. 4,4-5)
"Estad siempre alegres en el Señor", os lo repito, ¡estad siempre alegres! Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca".
Viene a mi mente el verdadero sentido o sabor de la Alegría. En Navidad, la Alegría pudiera emanarse o producirse por distintas circunstancias o acontecimientos, como por ejemplo:
- El compartir presentes
- El recibir una remuneración o bono navideño bien jugoso para gastarlo en "la familia" esta Navidad
- El tener salud
- El tener a los que queremos aún con vida y poder estar con ellos
- El tener la nevera y la mesa llena de comida y dulces para esta navidad
- La casa bien pintada y decorada... Entre otros.
Nuestra alegría debe ser constante y un valor o sentimiento fijo, inamovible durante tod

Les pregunto: ¿En qué radica la alegría de tu corazón? ¿Qué o quién puede moverla o quitártela por lo menos en un instante...? Si la Alegría tiene el poder de Dios, ni la muerte puede quitarla del corazón y prohibirnos transmitirla. Hoy lo reconozco y lo asumo. Ojalá ustedes lo hagan también. Un abrazo fraternal.