Con esta palabra hermosa, llena de poder y esperanza queremos comenzar este nuevo año civil 2010, en unión de nuestras familias y de todos los que nos aman, y amamos a Dios.
Nuestros mejores deseos hermanos, y la exhortación que es primeramente nuestra a nuestra alma tal y como lo haría el salmista: Alma mía no te afanes, el dice: No temas, porque yo estoy contigo. Así también hoy les decimos a ustedes que aprendamos a dejar a Dios ser Dios si tanto decimos creer y servirle a él. Dios les bendiga y les guarde, un abrazo en el Señor.