EPIFANÍA

Querid@s Herman@s!
El día de hoy todo se concentra en la llegada de los Reyes Magos (como se les conoce en varios paises) al portal de Belén. Es una fiesta muy significativa en varios paises, más que nada porque miles de niños esperan ansiosos que los reyes al igual que al niño Dios, les llenen de regalos.

El sentido real de esta manifestación lo fundamentaremos del siguiente enlace: Epifanía: Etimología
"La palabra Epifanía viene del griego ἐπιφάνεια (acción de mostrarse o aparecer por encima, manifestación a la superficie, también aparición de un dios o manifestación mágica o de un poder divino). Se trata del nombre de acción o cualidad del verbo ἐπιφαινεῖν (hacer aparecer por encima, hacer aparecer en la superficie, mostrarse), un compuesto de ἐπί- (por encima) y el verbo φαινεῖν (aparecer, verse, mostrarse).  En el ámbito cristiano el vocablo epifanía hace referencia a la tradición de la adoración de los reyes magos al recién nacido Jesús, que entre los católicos se celebra convencionalmente el 6 de enero, pues se considera que es la primera manifestación de su divinidad a los no judíos.

Esta manifestación, que bien relata San Mateo, es una traslación histórica y simbólica de la visita que le hiciera la Reina de Saba al Rey David. Recordemos que Mateo escribía para los Judíos y su intención era conectar las profecías con Jesús, para que comprendieran que en realidad era el Mesías prometido, el que habría de venir. Y aunque el estudio teológico - bíblico de este pasaje nos trae un poco de desencanto, especialmente a aquellos que como yo disfrutamos de todos los símbolos que nos conectan con la Navidad, ciertamente esta visita refleja más que otra cosa la manifestación de un Dios no sólo al pueblo prometido, sino a la humanidad entera. 

Sabemos (entre otras cosas) que no fueron 3 y que tampoco eran reyes. Entendemos que eran astrónomos, científicos de la época pues, que dejándose llevar por la "traslación" (imposible desde el punto de vista astronómico) de una estrella, y siguiendo profesías antiguas, llegan al portal de Belén para adorar y entregar sus mejores presentes al Rey de la Gloria.

Hoy preguntémonos, de tener la oportunidad (y la tenemos dentro de otros espacios y contextos) ¿qué le llevaríamos a Jesús de regalo en el portal de Belén? ¿Qué estaríamos dispuestos a hacer por él? Recordemos que los magos tomaron otro camino para no avisar a Herodes la ubicación exacta del nacimiento de Jesús. ¿Cuánto tiempo invertiríamos en estudiar las profesías, en viajar hacia su encuentro...? ¿Cuántas noches mantendríamos la mirada en la estrella, única guía entre tanta nada?

Hoy, esa estrella es la fe. Una fe ciega e inconmovible, fundamentada en el amor y el poder de la Resurrección y la promesa de la vida eterna. Que estas y otras preguntas que cada quien desde su libertad se hace, encuentren asidero y respuestas en el sacramento de la Eucaristía donde Jesús vivo, se nos regala como alimento de salvación y nos espera para transformarnos juntamente con él en un solo cuerpo.

¡Alabado sea Jesucristo!