El AdvientoLa palabra “Adviento” significa “venida” y esta venida se refiere, por supuesto, a Cristo — el Señor que viene, el Señor que está por llegar.
El Adviento es el tiempo en que los bautizados nos preparamos espiritualmente a celebrar la Navidad que conmemora la primera venida” de Jesús. Pero al mismo tiempo, el Adviento hace que nuestra atención y nuestra esperanza se dirijan hacia la segunda” venida del Señor que ocurrirá, como El lo prometió, al final de los tiempos para consumar nuestra redención y salvación. Podemos decir que nuestra vida entera es como un adviento— el tiempo que Dios nos concede para prepararnos al encuentro definitivo con El. Y es que tal como Cristo se encarnó para llevarnos a todos con Dios, así también nosotros, como hijos de Dios, estamos llamados a colaborar con El para acercar a todos los hombres a Jesús.
Meditaciones para el Adviento
• Primera Semana – Adoptemos una actitud de espera vigilante, que es gozosa porque sabemos que la salvación está cerca. Seamos asiduos en la oración personal, familiar y comunitaria. Invitemos a la Virgen María a que nos enseñe a esperar al Señor. Recemos el Rosario todos los días y si ya lo hacemos, que sea con mayor fervor. Participemos en la Santa Misa cada domingo con todo el corazón.
ernidad, pidamos a Dios que nos llene de Su amor y nos dé la fortaleza para reconocernos pecadores y purificar nuestro corazón. Sigamos orando y... ¡acudamos al Sacramento de la Reconciliación!Sólo si asumimos el nacimiento de Jesús, Nuestro Salvador, como única razón para la alegría, podremos vivir y disfrutar a auténticamente la Navidad. El Adviento es tiempo de fe, esperanza y alegría porque Dios se ha hecho hombre, porque El nos ama tanto que ha decidido a vivir entre nosotros y ser uno de nosotros. La alegría fundada en la presencia de Cristo entre nosotros nos ayudará a salir adelante, aún en tiempos difíciles . La sola presencia de Dios puede transformar nuestras vidas, si nosotros se lo permitimos. Y es que precisamente entonces cuando tenemos que valorar nuestra fe y esperanza, el significado que tienen en nuestras vidas. Por tanto, el Adviento es también momento de hacer a un lado las preocupaciones y ponernos en manos de Dios, porque a pesar de cualquier circunstancia, de cualquier dificultad, si nosotros tenemos a Jesús —¡lo tenemos todo!





